A mi alma le gusta comunicarse cuando tiene frio, cuando ve una cara triste, cuando siente un vacio en las entrañas, cuando extraña lo que sabe que nunca regresará, cuando busca lo que se le ha perdido para siempre, cuando añora, cuando siente impotencia, cuando piensa dos veces, cuando esta triste, cuando hay un vacio al lado, cuando hay un vacio donde ella se para, cuando se enferma, cuando se va la luz y siente que se cae a un abismo, cuando un alma amiga se pone gris, cuando su amigo el corazón llora, cuando la multitud la rodea y mi alma no la ve, cuando esa multitud la rodea y nadie es capaz de ver a mi alma, cuando se da cuenta que su inmenso tesoro es simplemente apenas algunas partículas de polvo, cuando sólo quiere dormirse y después dormir más, cuando está cansada; así es ella.
Pero cuando ella está contenta normalmente no tiene tiempo para comunicarse, está ocupada; se va de vacaciones a un lugar donde juega todo el día; pero ya no le gusta ir allí de vacaciones, quiere quedarse a vivir ahí para siempre. Ahí le gusta andar con los ojos cerrados y jugar a la gallinita ciega; dice ella que así percibe el color de un beso, según ella existen de varios colores y tiene sus preferidos; también dice que cada palabra tiene una bella melodía y que juntas le regalan cautivadoras sinfonías, música que la acompaña siempre aunque sean melodías de veinte minutos o menos. Dice que ahí todo es cálido y suave, que hasta la textura mas áspera y fría lo es. Yo a veces no le creo, pero ella dice que sí, que así es ese lugar. Ella no se comunica porque dice que no es necesario, que todo es perfecto; cierra los ojos y sueña, pero cuando los abre todo es mejor que en sus sueños. Me ha dicho que visita el cielo; su cielo son muchos lugares, ahí es donde quiere estar. Una calle en medio del otoño, en una fría tarde de domingo, con chiquillas volviendo a casa. O una tarde de lunes, en una silla vacía junto a unos exhibidores, dentro de un comedero lejano, con un letrero verde con azul que arroja el siguiente anuncio, le buffet, caisse carburant; en ese momento ese es su cielo.
Mi alma hoy no se comunica, está tan ocupada que no sabe qué decir, sólo que está muy contenta y que es como un globo que flota ligera por su cielo; ahí es donde quiere estar…
